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Documental sobre Alexander von Humboldt, segundo descubridor de América si es que hubo un primero

Documental sobre la obra de Alexander von Humboldt, en el 220 aniversario de su viaje por tierras americanas y en el 250 de su natalicio.
Si Cristóbal Colón , sin haberse enterado, cambió el curso de la civilización poniendo en contacto lo que sería el Nuevo Mundo con la Europa de la Edad Media; Alexander von Humboldt ha ganado con creces el epíteto de segundo descubridor de América, en tanto su aportación al conocimiento científico sobre ese continente ha sido pocas veces superada en la historia.
La figura de Alexander von Humboldt alcanza una dimensión panhispánica porque, si fuera poco su insuperable exploración de América, también ascendió al Teide en Canarias y partió hacia su travesía americana desde La Coruña, en España.  
En las postrimerías del Siglo de las Luces este famoso explorador y naturalista de origen prusiano, hijo de su tiempo, inició un viaje que, tanto por su amplitud como por su carácter estrictamente científico, tendría escasos precedentes en los anales del hemisferio occidental. La empresa, contaría con la financiación de la acaudalada familia Humboldt y, por si se presentaba algún contratiempo, las autoridades españolas habían emitido sendos salvoconductos en favor de los integrantes de la expedición, quienes con tal documento podrían demandar el socorro de todo súbdito de la corona.
Después de zarpar de La Coruña y hacer una escala en Canarias para explorar el volcán Teide, Humboldt con su compañero de viaje Amadeo Bonpland llega a Venezuela, por un cambio en la ruta planificada, consecuencia de una epidemia en la tripulación de la corbeta Pizarro. Así, Cumaná se convierte en la primera parada americana de un periplo que llevaría al prusiano a dejar registro de la naturaleza de varias de las entonces colonias españolas, hoy en territorios de México, Cuba, Colombia, Ecuador y Perú. Algunas regiones de los actuales Estados Unidos también besarían las botas y la sed de conocimiento del investigador viajero.
Entre 1799 y 1804, el erudito recorrió las tres subregiones continentales que conforman las Américas, para un total de alrededor de diez mil kilómetros entre los que se incluyen además dos estancias en la mayor de las Antillas. Sobre Cuba el sabio escribió un par de textos*, de los 30 volúmenes referidos a este viaje suyo por el hemisferio occidental. Sus reflexiones en torno a la realidad que conoció en el mar Caribe le llevaron a captar los inicios de un fenómeno que desembocaría en eso que actualmente llamamos globalización:
«Desde que el perfeccionamiento del arte de la navegación y la creciente actividad comercial de los pueblos ha acercado las costas de ambos continentes, desde que La Habana, Río de Janeiro y Senegal casi no nos parecen sitios más lejanos que Cádiz, Esmirna o los puertos del Báltico, uno duda al querer atraer la atención del lector hacia una travesía desde las costas de Caracas hasta la isla de Cuba. El mar de las Antillas es hoy tan conocido como el Mediterráneo.»
La contribución de Humboldt a la ciencia resulta insoslayable, al registrar una gran cantidad de nuevas especies animales y vegetales, al tiempo que describió numerosos accidentes geográficos, así como fenómenos climáticos propios de tierras americanas. Su obra ha hecho que sea reconocido como padre de la geografía moderna.
Por otro lado, merece destacarse el testimonio de este ilustrado sobre la realidad social y económica de las tierras visitadas, en las cuales se gestaban las bases de profundos cambios: el surgimiento de nuevas identidades y la independencia frente al poder español, causa que años más tarde conquistó la simpatía de este explorador europeo que, como si el destino se hubiese empeñado en reunir lo mejor de la época, conoció a Simón Bolívar en París, entre finales de 1804 y principios de 1805.
Además, Humboldt tuvo el mérito de denunciar los horrores de la esclavitud y puede considerarse como precursor de la ecología, al entender el planeta desde una perspectiva holística, integradora. Los pueblos americanos y el mundo de la ciencia, en general, tienen una gran deuda con este sabio. No ha de extrañar entonces que cuando mencionemos su nombre algún soñador, como yo, piense en él como un ser acabado de escapar del Ministerio del Tiempo, quien seguramente seguirá abonando la imaginación de los exploradores del futuro.


*«Ensayo político sobre la Isla de Cuba» (1827) y «Cuaderno estadístico de la Isla de Cuba» (1831)   

4 comentarios:

  1. En el colegio estudié a Humboldt, pero no sabía visitado tantas países en nuestras tierras.

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  2. Esperemos que sus statuas en Amçrica no sean víctimas de ignorante gente como tantos otros.

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  3. Importantes aportes realizó el científico en America (centro-america y latino america), estudios a nivel geografico como de flora y fauna, no estuvo solo se acompañó de Aimé Bompland (botánico) para hacer las travesias y estudios de los que hoy debemos ser conscientes de nuestro potencial.

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    Respuestas
    1. Totalmente de acuerdo, Fernando. Ciertamente Humboldt fue uno de los pioneros en revelar las potencialidades de los pueblos de América, cuando todavía no tenían tan siquiera sus propias naciones. Por este viaje el sabio prusiano se convirtió en uno de los más grandes hombres de su época.

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