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¿Qué ver en La Habana?

La Habana, una urbe con 500 años que cautiva a visitantes de todas las latitudes. Estos son 20 sitios que no debes dejar de recorrer en la capital cubana, considerada como una de las siete ciudades maravillas del mundo y cuyo casco antiguo ostenta la condición de Patrimonio Cultural de la Humanidad desde 1982.
1-Plaza de Armas
La Plaza de Armas se encuentra en el corazón de La Habana Vieja. Este constituye un sitio ideal para el descanso después de una larga caminata. Rodeado de árboles y edificaciones coloniales el sitio encanta por su apariencia vetusta, puesto que en esta zona nació la villa habanera. Las personas cada 31 de diciembre dan 12 vueltas a la ceiba del Templete, lugar fundacional de la ciudad, para pedir un deseo para el nuevo año. Aquí puede visitarse además el antiguo Palacio de los Capitanes Generales, sede del gobierno durante el período colonial, y el Castillo de la Real Fuerza, donde podrá apreciarse la estatua de la Giraldilla, símbolo de la capital cubana.
2-Lanchita de Regla
Por un módico precio en la lanchita de Regla podrá hacer dos recorridos cruzando la Bahía de La Habana. El primero de estos itinerarios le llevará al Barrio de Casa Blanca con la escultura gigante del Cristo de Rita Longa, ubicado sobre una colina con impresionantes vistas de la capital cubana. En dirección opuesta la embarcación transporta a pasajeros locales y visitantes al poblado de Regla, famoso por su arraigo a las creencias afrocubanas, donde existe una ermita con una virgen negra, cuya esfinge fue esculpida en Andalucía en siglos anteriores. La terminal principal de la lanchita de Regla se encuentra a pocos metros de la catedral ortodoxa rusa de Nuestra Señora de Kazán, así como también a pocas manzanas de la ortodoxa griega de San Nicolás de Mira y de la mezquita Abdallah, única de su tipo en Cuba. Así las imágenes de lo católico, las prácticas de la santería y los templos para creencias exóticas entre los cubanos, La Habana presume de su libertad de culto, en un país donde hasta hace solo unas décadas el marxismo-leninismo había restringido las prácticas religiosas al ámbito doméstico.
4-Capitolio Nacional
El majestuoso edificio se encuentra en las cercanías del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso y del Parque Central. Es el mayor símbolo arquitectónico de la época republicana en Cuba. Fue construido en 1929 como sede de las dos cámaras del Congreso o cuerpo legislativo. Su arquitectura resulta muy atractiva. Destaca en sus interiores el gran Salón de los Pasos Perdidos, el más monumental de los espacios existentes en los edificios públicos del país.
La cúpula del Capitolio fue recubierta en oro con motivo de los festejos por los 500 años de La Habana en 2019. En el edificio se exhibe actualmente la réplica de un diamante de 25 quilates, el cual perteneció al zar Nicolás II. Tal piedra preciosa marca el kilómetro cero de las carreteras cubanas. El diamante original se encuentra protegido por razones de seguridad en el Banco Central de Cuba.
Otro de los elementos atractivos para una visita al Capitolio es el contemplar la Estatua de la República, la tercera escultura bajo techo de mayor tamaño entre las existentes en el mundo. Por si todo lo anterior fuera poco, el simple hecho de sentarse en las escalinatas capitolinas para contemplar el ritmo de La Habana constituye una opción digna de no ser desestimada, especialmente cuando cae la tarde y se busca refrescar del calor tropical.
5-Museo Nacional de Bellas Artes
Esta institución cuenta con dos sedes cercanas entre sí en La Habana Vieja. Difícilmente podrían visitarse ambos edificios, de varias plantas cada uno, en un solo día, con la calma que requiere disfrutar de toda creación artística. Por eso, si su tiempo en La Habana es limitado se recomienda priorizar la sede situada al lado del Museo de la Revolución, puesto que en esta se encuentra la colección con lo más auténtico del arte cubano, desde la época colonial hasta la contemporánea, con obras de grandes pintores cubanos como Víctor Manuel, Carlos Enríquez, Wilfredo Lam, René Portocarrero, Amelia Peláez, Marcelo Pogolotti, Eduardo Abela… El segundo edificio, cercano al Parque Central, se encuentra reservado para piezas de arte universal de diversas latitudes. El precio para el Museo Nacional de Bellas Artes es bastante módico.
6-Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso
Se encuentra situado al lado del Capitolio Nacional y justo frente al Parque Central. El edificio, de estilo neobarroco europeo, es de por sí una pasada. Fue inaugurado en 1914 con el fin de acoger al elegante Centro Gallego de La Habana y fue allí donde se interpretó por primera vez el Himno Gallego. Actualmente este teatro es la sede del Ballet Nacional de Cuba, fundado por Alicia Alonso y uno de los más prestigiosos del mundo. Constituye una opción tentadora asistir a uno de los espectáculos de la afamada compañía, en especial porque los precios pueden ser mucho más módicos que cuando encontramos a este conjunto danzario de gira por otros países.
7-La Bodeguita del Medio
Este es un bar-restaurante situado a pocos metros de la Plaza de la Catedral, en plena Habana Vieja. Constituye uno de los sitios emblemáticos de la capital cubana que nadie debe dejar de visitar. Se volvió popular en los años 50 al convertirse en uno de los lugares del peregrinaje habitual del escritor Ernest Hemingway. Desde entonces innumerables personalidades han pasado por allí, siempre estampando sus firmas en las paredes como una práctica que identifica a tal sitio, junto con el emblemático trago Mojito y el plato criollo de ropa vieja, todo con el acompañamiento de grupos en vivo, interpretando música tradicional cubana. 
8-Callejón de Hamel
Este es un callejón habanero de aproximadamente 75 metros de largo. Exhibe al aire libre murales y esculturas de mediano y gran formato realizadas con materiales reciclados. El kitsch, como rasgo del lenguaje postmoderno, y las referencias a la cultura afrocubana constituyen elementos atractivos de este arte callejero a cielo abierto. Aunque no hay una oferta permanente de este tipo, con frecuencia puede disfrutarse de danzas y fiestas-rituales de origen africano que representan el mestizaje de la identidad nacional cubana. Existen dos bares en la entrada, donde intentan, como en todas partes, vender cosas a los turistas. El acoso a los visitantes, propio de muchos sitios turísticos en el mundo, se ha convertido en los últimos años en fuente de críticas e incomodidad para los extranjeros.
9-Fortaleza de La Cabaña
La Cabaña y su vecina fortaleza de El Morro, constituyen dos de las principales edificaciones de la época colonial en Cuba. Ambas fueron construidas para repeler las amenazas de corsarios y piratas, así como las de otras potencias coloniales que ambicionaban el estratégico enclave que La Habana representaba para la corona española, como punto de reunión de las flotas que transportaban las riquezas desde el Nuevo Mundo hasta España. Situada en la entrada de la bahía habanera estas fortificaciones son exponentes de la arquitectura militar renacentista en América.
La Cabaña trasciende además como lugar del cañonazo que anunciaba diariamente durante la época de dominio español el cierre de las puertas de la muralla de la ciudad a las 9:00 PM. Todavía hoy de forma simbólica desde en ese lugar, a la misma hora cada noche, los turistas pueden asistir a una representación teatral con trajes típicos de la ceremonia que recrea cómo se efectuaba el disparo en siglos anteriores.
La fortaleza es conocida además porque hasta hace solo unas décadas fungió como cárcel. Aquí se efectuaron en 1959 una serie de juicios sumarísimos y fusilamientos contra quienes la naciente Revolución Cubana consideró como asesinos y torturadores, cómplices del régimen de Fulgencio Batista. Sin embargo, la supuesta carencia de garantías judiciales generó una ola de críticas internacionales e, incluso, los detractores del gobierno de la isla bautizaron desde entonces al Che Guevara como «el carnicero de La Cabaña», por el rol que el líder guerrillero cubano-argentino desempeñó en las ejecuciones masivas.
10-Cabaré Tropicana
La vida nocturna en La Habana puede ser muy intensa. Sitios nocturnos no faltan. El Parisién, El Gato Tuerto, la Zorra y el cuervo, la Casa de la música de Miramar, Jazz café y El guajirito constituyen algunos de los lugares para terminar la jornada con buena oferta musical y espectáculo, en compañía de un buen trago. Sin embargo, entre todos estos lugares el Cabaré Tropicana resulta posiblemente el más famoso y selecto de la capital cubana. Desde que se fundara en 1939 por su escenario, a cielo abierto y rodeado de vegetación tropical, han desfilado artistas nacionales e internacionales de primer nivel, tales como Amalia Aguilar, Joséphine Baker, Bola de Nieve, Elena Burke, Cheo Feliciano, Nat King Cole, Libertad Lamarque, Rita Montaner, Senén Suárez, Celia Cruz, Omara Portuondo, Frank Sinatra y Niurka Marcos. Los espectáculos se caracterizan por mostrar lo más representativo de la música y la danza cubana y caribeña, con las influencias ibéricas y africanas. Tropicana ofrece servicios de bar y restaurante. Debe tomarse en cuenta que por ser desde la época republicana uno de los centros nocturnos de mayor tradición en Cuba el precio de la entrada por lo general resulta bastante exclusivo, no menos de 70 dólares por persona.
11-Plaza de la Revolución
Se encuentra relativamente cerca de La Rampa, desde donde se puede ir andando. Este complejo arquitectónico, construido en los años 50 con el nombre de Plaza Cívica, rápidamente pasaría a llamarse Plaza de la Revolución, al convertirse en uno de los principales escenarios de las movilizaciones masivas que sucedieron al triunfo de Fidel Castro en enero de 1959. No por gusto el sitio se identifica alrededor del mundo con los desfiles multitudinarios y con los interminables discursos del fallecido líder cubano. Como principales componentes del lugar se encuentra la estatua gigante de José Martí, Héroe Nacional de Cuba, quien además cuenta con un memorial en la aledaña torre, la cual tiene también en su cima un mirador, desde donde se alcanzan a obtener algunas de las mejores vistas de la capital cubana.
12-Circuito teatral de la calle Línea
La calle Línea, una de las principales avenidas del Vedado, cuenta con varios de los sitios importantes para la vida teatral de La Habana, lugares que por sus módicos precios pueden ser visitados por los amantes de este arte, interesados en encontrar puestas en escena inteligentes y transgresoras. En esta zona se recomienda el Teatro Mella, uno de los más importantes de Cuba, sede de eventos nacionales, como el Festival Internacional de Ballet, el Festival Internacional de Teatro, el humorístico Aquelarre y el Boleros de Oro.
En esta misma calle podrá visitarse el Teatro Trianón, el Bertolt Brecht, el Complejo Cultural Raquel Revuelta, la Sala Adolfo Llauradó y la Casona de Línea.
13-Playas del Este de La Habana
Por supuesto, que nadie que visita Cuba se marcha sin probar las cálidas aguas del mar Caribe. Muchos optan por Varadero o los cayos, pero quienes cuentan con una agenda apretada que no les permite alejarse de La Habana quedarán satisfechos con visitar las Playas del Este, las cuales se localizan a solo unos 18 kilómetros de la capital cubana. Bacuranao y Guanabo se encuentran entre las más conocidas de dicho balneario, el que cuenta ya con una importante red de casas de alquiler y paladares (restaurantes privados), por lo general pequeños negocios familiares, con mejores servicios que los ofrecidos por las entidades del Estado. Además, en esta zona se ubica Mi cayito, primera playa legalmente gay de Cuba, la cual, por lo menos hace unos años, contaba con guardianes para evitar cualquier manifestación de homofobia.
A pesar de la cercanía, acceder a las Playas del Este no resulta fácil usando el transporte público de La Habana, por las condiciones de precariedad en las que se encuentra. Lo recomendable es rentar un turismo o pagarle a un taxista particular, de los que tienen coches antiguos, siempre aclarando bien el precio de antemano porque fijo que tratarán de esquilmar a los turistas extranjeros. El desplazamiento en estos medios por lo general en Cuba es seguro, aunque más vale no dejar que le pille a uno la noche en la carretera, no solo por las condiciones de las vías, sino para evitar asaltos, algo relativamente esporádico en la isla, pero que sí ha ocurrido y de lo que nadie se encuentra exento en especial si se trata de una zona alejada del principal núcleo urbano. Por todo ello, lo más aconsejable será conducir tu propio coche alquilado a las empresas del gobierno, aunque no siempre sea lo más barato. No se aconseja acampar en tiendas de campaña, en algunas áreas hoteleras constituye algo abiertamente prohibido y en otras zonas no resulta seguro, más que nada porque esta es una práctica poco frecuente entre los cubanos, lo que puede fácilmente llamar la atención de ladrones y maleantes.
14-Barrio chino de La Habana
Aunque ha sido renovado y reanimado en las últimas décadas, el Barrio chino de La Habana no es ni la chancla de otros de su tipo en el mundo, ni la sombra del auge que un día llegó a tener en la propia capital cubana, si tomamos en cuenta que en la primera mitad del siglo XX alcanzó a ser el más grande de América Latina. Sin embargo, con la llegada del comunismo muchos inmigrantes chinos escaparon hacia lugares con mayores libertades para seguir manteniendo sus pequeños negocios, después que el gobierno de los Castro les nacionalizara los que tenían en esta parte de la capital.
A pesar de lo anterior, el barrio chino habanero sigue siendo testimonio del ajiaco de razas y culturas en la mayor de las Antillas. Por tanto, este sitio merece ser visitado para descubrir en el rostro de sus habitantes esa mezcla de africanos con chinos y europeos que hace tan singular a la población cubana.
Además, podrá encontrarse comida oriental con adaptaciones criollas en restaurantes que siguen siendo atendidos por descendientes de aquellos inmigrantes asiáticos. En el barrio hay varias celebraciones de interés como el año nuevo chino y la conmemoración de los aniversarios de la llegada del primer chino a la capital cubana.
15-Pub Las Vegas
En un país donde prácticamente todo se encuentra controlado por el Estado la existencia legal de pubs para la comunidad LGTB constituye una novedad de hace solo un par de años, desde que el país se propuso transmitir una imagen de mayor tolerancia hacia estas minorías, con la hija de Raúl Castro a la cabeza de esta política. La cuestión es que si antes las fiestas de dicho colectivo se organizaban de forma clandestina en casas particulares -a excepción de El Mejunje de Santa Clara- hoy en La Habana, como también en ciudades del interior, pueden encontrarse varios sitios, concebidos especialmente como espacios para la diversidad sexual.
En la capital el cabaré Las Vegas constituye un ejemplo de lo anterior. Situado en la céntrica calle Infanta, frente a la emisora Radio Progreso, este sitio resulta bastante tranquilo y cuenta con un precio módico de tres CUC (dólares cubanos). Desde la medianoche el visitante podrá disfrutar de un espectáculo de drag queens, algunos con varios años de experiencia en su oficio, entre los más consagradas del transformismo cubano, desde que esta práctica estaba censurada en la isla. La gente comenta positivamente sobre la limpieza del bar, su servicio de calidad y el buen desempeño del personal de seguridad para evitar broncas, aunque se señala que el espacio no se encuentra libre de chaperos. Al lado, hay un paladar (bar particular) con terraza, con muy buena comida y atención al cliente, donde también se concentra gente del ambiente, lo que pareciera querer anunciar que Infanta podría ser en el futuro la Chueca habanera.
15-Jardín Botánico Nacional
La naturaleza tropical es súper seductora. Uno lo confirma con el simple hecho de recorrer las ciudades cubanas. Sin embargo, se recomienda visitar el pintoresco Jardín Botánico Nacional, situado en la periferia habanera a 25 kilómetros del Vedado. Este espacio verde cuenta con 600 hectáreas, en las que están expuestas unas 4000 especies vegetales. Se considera una dependencia de la Universidad de La Habana y de ahí el esmero con que, por lo menos hasta hace unos años, era atendido. Entre sus principales atracciones se encuentra el arreglo paisajístico de estilo japonés y el restaurante de comida ecológica cubana, con recetas veganas elaboradas originalmente con plantas que no forman parte de la dieta tradicional del cubano, pero que esta institución se ha propuesto promover por los valores nutritivos que contienen, así como por la variedad de sabores que pueden ofrecer. Cuenta además con un área bajo techo de más de dos mil metros cuadrados y con un estanque con plantas acuáticas. Además de una colección de palmas de gran importancia científica aquí aparecen representados ejemplares típicos de todos los continentes.  
Aunque no es la opción más rápida y cómoda es posible llegar al Jardín Botánico mediante los autobuses del servicio público. Tanto el precio de ese transporte como el ticket de entrada a la institución pueden aportarle una de las jornadas más baratas de su estancia en La Habana.
16-La Rampa
La Rampa es una de las principales áreas urbanas de La Habana. Podría decirse que representa el corazón de la capital, desde el Malecón hasta la calle L. Esta zona comenzó a construirse en la década de 1930 y ya en los 50 constituía una de las barriadas más cosmopolitas e innovadoras desde el punto de vista arquitectónico de América Latina, en tanto fue dotada de rascacielos, zonas verdes, bancos, espacios de ocio, oficinas, sedes de agencias y aerolíneas, así como con el moderno edificio de Radiocentro, el cual en su momento contaba con las condiciones más modernas para las transmisiones de radio y televisión.
Mención destacada en esta área merecen el Hotel Habana Libre y Coppelia, famosa heladería que, si bien por condiciones higiénicas se encuentra desde hace años en franco deterioro, sí representa un lugar emblemático de la capital cubana, donde incluso se rodó la peli «Fresa y Chocolate».
Además de la enorme cantidad de cosas que ver en La Rampa habanera, este es un sitio que uno puede disfrutar con el simple hecho de sentarse en una esquina a contemplar un poco cómo son los cubanos y cómo funciona Cuba. El resto lo ponen los rampantes.
17-Plaza de la Catedral
En mi opinión este es el lugar más pintoresco de La Habana colonial. Rodeada de edificaciones del período español, la Catedral engalana este rincón capitalino con su estilo barroco. La edificación original data de 1748 y como dato curioso puede decirse que durante años aquí reposaron los restos de Cristóbal Colón. Más allá de la belleza de esta iglesia la plaza cuenta con enorme atractivo, dado por personas disfrazadas al estilo colonial, negras cartománticas y hasta simpáticos perros salchichas que se prestan para hacerse fotos con los visitantes. En una de las esquinas continuas a la calle de la Catedral hay un restaurante particular en una azotea con muy buena música y vistas de la bahía.
Tome en cuenta que casi siempre el servicio en los llamados paladares particulares es más barato y de mayor calidad que en los establecimientos pertenecientes al gobierno, donde predominan mucho las chapuzas, la pereza de los empleados, por eso de que en el comunismo lo que es de todos, no es de nadie.
18-El Malecón
El Malecón es una avenida-paseo que delimita todo el litoral habanero. Cuenta con un muro que separa la ciudad del mar que la rodea y representa uno de los principales símbolos de la capital cubana. Una puesta de sol desde este sitio permite comprobar cuán cosmopolita puede ser la ciudad, con gente de casi todas las latitudes. En las noches, cubanos y visitantes se sientan allí frente a las olas con sus guitarras, a enamorar con sus parejas o simplemente para conversar con amigos, beber alguna que otra cerveza, refrescar del calor y conocer gente. Un recorrido a lo largo de todo este brazo de asfalto puede resultar extenuante y ocupar varias horas, sin embargo, podría ser la mejor sugerencia para descubrir La Habana de los contrastes. 
19-Hotel Nacional
Situado en pleno Vedado, si bien este hotel no ofrece los mejores precios para clientes comunes, sí cuenta con una gran historia a la que nos podemos acercar mientras degustamos frente al mar algún cóctel, en su jardín trasero, sobre una explanada con fabulosas vistas frente al Malecón. Constituye una de las paradojas de la vida en Cuba que esta clase de hoteles con precios tan elitistas no siempre tengan empleados corteses y refinados, capaces de dar un servicio a la altura de lo que le cobran a uno. Como en casi todos los negocios administrados por el Estado en Cuba, con frecuencia tienes que esperar demasiado si te sientas en la terraza a tomar un simple trago y hay camareros que creen que te están haciendo un favor, cuando te traen enfadados el pedido. Pero, bueno, esto es algo bastante generalizado en el sector estatal cubano. Muy poco sentido de pertenencia entre los trabajadores. A pesar de ello, vale la pena pasar por el Hotel Nacional de Cuba, el cual a lo largo de su historia ha hospedado a celebridades que podrían sorprenderte.
20-Plaza de San Francisco de Asís
Esta es otra de las tantas plazuelas encantadas de La Habana colonial. Se encuentra bastante cerca del puerto y de la Aduana Nacional de Cuba. En sus predios se localiza el chulo edificio de la Lonja del Comercio, edificación ecléctico-renacentista inaugurada en la primera década del siglo XX. Aquí hallamos además el Convento de San Francisco de Asís, del s.XVI, actual Museo Colonial y sala de concierto. Esta parte de la ciudad es recordada también por su fuente con palomas y sus estatuas, entre las que sobresale la del Caballero de París, mendigo con trastornos psiquiátricos que en décadas anteriores ganó enorme popularidad por su vestimenta y la falsa historia de su abolengo francés. Dicho personaje pintoresco habanero ha llegado a convertirse en símbolo de la ciudad y los visitantes frotan la barba de su escultura para pedir un deseo.

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