El cubano Guillermo Cabrera Infante recibió en 1997 el
Premio Cervantes, el más importante entre los otorgados a los escritores de la
lengua castellana. En su discurso de agradecimiento, el autor de Tres
tristes tigres y La Habana para un infante difunto, se sienta imaginariamente
a cenar con el autor del Quijote, para dialogar con él sobre literatura, así
como sobre las identidades hispanas.